
Carta de un gitano apasionado
Yo te sembré em mi corazón como mi diosa gitana
Pero el destino ingrato me sacó de ti antes mismo que yo pudiese tenerte en mis brazos, volviendo a retomar nuestra vida en un pasado lejano.
Tu sonrisa así me quedó como una luz del sol en la mañana de Primavera.
Deseé tocar tu rostro, sentir tu perfume, besar tus manos y tomarte en mi corazón eternamente, calin.
Triste daquel que espera tanto para irse hasta al que desea
Pobre y miserable lo que dispone de reglas para amar o encantarse
Nadie está imune a la fuerza del amor, entonces, sigue y no te deje lo que mas desea.
Ábrete sencillamente al eterno a esa tenue energia de cariño, de deseo que nos hace vibrar todo el cuerpo y alma.
Tu sabrás cuando están amándote, muchos te aman a la distancia y pronto te llegarán.
No niegue amor y toda la paz de tu corazón de gitana, con esa dulzura de los días amenos, con este calor que pulsa de tu cuerpo y de tu corazón, con esa luz insana que brilla de tus ojos morenos, toca y se deje lleve a los pocos esa tu calidez de tus labios.
Pulsa tu deseo en el cuerpo de los que te merecen.
Ame en la raiz de la palabra, hágate amor
Libera a los corazones que te deseen, gitana.
Tu dulzura y encanto firmarán en mi pensamiento.
Pero te dejo sin volcarme al engodo del egoismo de los que no saben amar.
Te dejo así, blanda y pura.
Mira, tu cuerpo es limpio de lujuria, tu ala es el carmin del sol que se pone.
Ama, entrégate sin miedo.
Que persigas tus sueños encantados de amor.
Diós te ensenãrá los que a ti te merecen.
No deja las lágrimas del arrepentimiento mezclarse al dulce perfume de tu carmin.
Mi gitana.
Te quiero mucho.
SP 11/12/08
Un gitano
Recebida por Fernanda Luz
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